DESCRIPCIÓN DEL PROGRAMA CULTURA DE LA LEGALIDAD

Consiste en un plan de estudios diseñado para estudiantes de noveno grado con dos objetivos básicos:

1. Comprender la importancia de la Cultura de la Legalidad, teniendo en cuenta que la sociedad basa sus relaciones en acuerdos.
2. Promover en los estudiantes la comprensión del Estado de Derecho y del Estado Social de Derecho, los cuales requieren para su legitimidad que todos los ciudadanos, y no solamente los juristas, comprendan su significado.

Para alcanzar estos objetivos, es importante identificar qué son y cuáles son las normas o las leyes y procesos en el Estado de Derecho y especialmente en el Estado Social de Derecho en Colombia.

Igualmente, cobra relevancia entender cuándo y por qué se quebrantan las normas o se violenta el Estado de Derecho, así como analizar cuáles son las consecuencias personales, sociales y culturales de la trasgresión y la ilegalidad .

Al igual que otros programas relacionados con el desarrollo de competencias ciudadanas, incluye los conceptos básicos para la comprensión del estado social de derecho y temas como solución pacífica de conflictos o mecanismos de participación.

Las particularidades del currículo y el valor que le agrega a la educación para la democracia tienen que ver con dos características fundamentales:

La primera es que desde el primer capítulo se reflexiona sobre el proyecto de vida de cada estudiante, es decir sobre preguntas como ¿quién soy? y ¿quién quiero ser?; y esta reflexión se retoma una y otra vez a lo largo del curso y se articula con temas como la comprensión del Estado de Derecho, la importancia que tiene la cultura de la legalidad para hacer del Estado de Derecho consagrado en la Constitución algo real y el papel que cada uno de los ciudadanos puede tener en el fortalecimiento de estos principios dentro de una comunidad.

Una segunda característica de este programa es que enseña democracia teniendo en cuenta la realidad de nuestro país y la cotidianidad a la que se ven enfrentados los estudiantes. No evade temas como los de la violencia, el crimen organizado o la corrupción, sino que por el contrario le da herramientas al docente para discutirlos en el aula de clase con sus estudiantes.

De esta forma invita a los estudiantes, maestros, padres de familia y en general a toda la comunidad educativa a reflexionar sobre cómo y por qué estos fenómenos afectan su vida diaria y el Estado de Derecho, las razones que pueden llevar a los jóvenes a decidir inmiscuirse en actividades ilegales y las consecuencias que conlleva esta decisión para ellos, sus familias, sus comunidades y el país.